lunes, 22 de septiembre de 2008

rodrigo en el comienso en luna park

son las presentaciones de rodrigo en luna park.

rodrigo no savia con que temas iva a comensar el espectaculo Flavio, su hermano, le volcó un trago de cerveza. Rodrigo se persignó, y pensó en Pichín. A las nueve y media el Potro irrumpió entre el público estirando el cuello a uno y otro lado, y dando saltitos como los pugilistas. Parecía un campeón. Con una salvedad: había ganado la pelea de antemano. Tenía ocho funciones pautadas –cuatro agotadas, y las otras con la mitad de las entradas vendidas–, y negociaba agregar más fechas. Eso bastaba para batir el récord de convocotaria de cualquier otro cuartetero en Buenos Aires. El debut del 5 de abril de 2000, a nueve años clavados de su desembarco en Buenos Aires, fue prácticamente una gran improvisación. Ahí mismo, decidió tocar "Por lo que yo te quiero" y "Lecho vacío". Los músicos no podían creerlo: hasta el recital de sus vidas se convertía en una caja de sorpresas.Pero Rodrigo estaba seguro de sí mismo. Anunciaba el tema que se le venía a la mente, y se movía como si hubiese contratado a un coreógrafo y ensayado los movimientos miles de veces. Una chica en bikini levantaba un cartel como en el boxeo, anunciando los títulos de sus éxitos. A espaldas del Potro, un anuncio de cartón publicitaba su flamante sitio de internet, que recibía dos mil visitas diarias. Mientras bailaba,de cartón publicitaba su flamante sitio de internet, que recibía dos mil visitas diarias. Mientras bailaba, Rodrigo volteaba el cartel, y en medio de los temas tenía que acomodarlo, como un verdulero que restituye los tomates a la caja tras una caída. Durante el show, el Potro dedicó una broma a Jiménez que venía probando entre sus amigos: –Yo no soy el cordobés más famoso. El más famoso es el presidente De la Rúa. El recital duró más de dos horas y media. El rockero Pipo Cipolatti,El recital duró más de dos horas y media. El rockero Pipo Cipolatti, su nuevo amigo, presentó a Rolán y Gelfo, que actuaron treinta minutos ambientados en un baile de campo de los inicios del cuarteto. Rodrigo se asomaba al escenario para ver cómo respondía la gente, y subió a cantar "Noches de Miramar" con La Leo. –Rodrigo es el Mesías que los viejos estábamos esperando –se entusiasmaba Rolán–. Ojalá que mantenga encendida la antorcha del cuarteto durante mucho tiempo. sigo en otra firma En bambalinas, Gelfo buscaba la aceptación del Potro: –¿Todo bien, papi? ¿Conforme? ¿Querés que cambiemos algo del show? Rodrigo le palmeaba la espalda y le decía que era todo maravilloso. Que nada podía salir mejor. Mientras el Potro se perdía en camarines para "colocarse" y beber cerveza, Santillán llenaba el silencio con anuncios y trivialidades. La presentación cerró con "Soy cordobés", el hit que le haría embolsar a su hermano Flavio cuatrocientos mil pesos de derechos de autor.

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